En la Preparatoria Alta Vista, el sonido de las palas golpeando la tierra y la vista de la madera fresca recogiéndose cuentan una poderosa historia de transformación. Los voluntarios trabajan arduamente limpiando parcelas descuidadas, removiendo la tierra y construyendo huertos elevados que pronto rebosarán de productos frescos. Cerca de allí, se pintan piedras de colores y marcadores de jardín para darle personalidad al espacio, mientras jóvenes ayudantes arrancan zanahorias con orgullo, un recordatorio del verdadero significado de estos esfuerzos.
Esta es la visión de Garden 31, una organización sin fines de lucro dedicada a transformar espacios sin uso en huertos prósperos que nutren tanto a las personas como a las comunidades. En barrios con acceso limitado a alimentos saludables, estos huertos ofrecen más que solo verduras: enseñan a los niños de dónde provienen los alimentos y crean espacios donde los vecinos se conectan en torno a un propósito común.
Esa visión surgió con su fundador, Chris Burroughs, quien conoce el poder de las segundas oportunidades. Tras cumplir una condena en prisión, utilizó su experiencia en horticultura para fundar Garden 31 con una misión audaz: fortalecer a las comunidades ampliando el acceso a alimentos nutritivos en un entorno positivo y alentador.
“Queremos que estos chicos sepan que no tienen por qué caer en las mismas trampas en las que caímos nosotros”, explica Chris.
A través de la agricultura sustentable y la capacitación profesional, la organización sin fines de lucro empodera a jóvenes en riesgo y a aquellos que han cumplido condena para construir sistemas alimentarios que fomenten la independencia y la resiliencia.
“Una de las cosas que comprendimos desde el principio es que no podemos simplemente enseñar a los niños a plantar tomates y que la vida les cambie”, explicó. “Tiene que haber algún tipo de desarrollo del carácter”.
El apoyo de los voluntarios de SDG&E y una subvención para Campeones Ambientales, financiada por los accionistas, está ayudando a ampliar los programas de capacitación agrícola y agronegocios para jóvenes con oportunidades, así como a aumentar el acceso a productos frescos a través de la Cooperativa Foodshed. Esta colaboración refleja un compromiso compartido con la sostenibilidad, la educación y la resiliencia comunitaria.
El trabajo en la Preparatoria Alta Vista va más allá de la jardinería. Crea aulas con vida donde los estudiantes aprenden habilidades para la vida, las familias acceden a productos frescos y las comunidades se fortalecen juntas. Al colaborar con Garden 31, SDG&E no solo ayuda a sembrar semillas, sino que también ayuda a sembrar el futuro.